Singapur
Si Dios vive en cualquier parte del mundo, a lo mejor prefiere residir en las nubes encima de Singapur. Escondida tras una parte meridional de la península de Malaca, esa diminuta ciudad atrae como un imán a los turistas que le han apodado el Jardín del Edén. Lo más característico de Singapur es que representa una fusión curiosa de las tradiciones antiguas y avances de las ciencias y técnicas, naturaleza prístina y edificios ultramodernos, historia y contemporaneidad. Actualmente, uno de los estados más pequeños del mundo, el Singapur vibrante y polifacético es una atracción fuertísima para los turistas de distintos partes del planeta, un manantial incesante de descubrimientos y entretenimientos.
Singapur es tanto una isla, como una estado y una urbe. Es un sitio más sorprendente y más paradójico del globo terráqueo. Le bastó un siglo y medio para de una isla privada de los recursos minerales y tierras fértiles convertirse en una ciudad asiática que está declarada una de las más opulentas del mundo. La cantidad de los varios lugares de interés localizados en Singapur está en la desproporción con su territorio diminuto. Ello sólo favorece el desarrollo activo del componente turístico de la isla inmejorable. Es uno de pocos sitios del mundo donde se puede contemplar las vistas impecables de la cabina de la noria mirador más alta, nadar en la piscina abierta ubicada a 200 metros sobre la tierra, dar una vuelta por un puente, cuya forma está inspirada en ADN, y verificar su valentía y vigor en las atracciones más vertiginosas.
Singapur encanta por los edificios ultramodernos que en virtud de sus formas peculiares parecen más a las capturas de pantalla de películas fantásticas. Las filas de los rascacielos gigantescos que impresionan y fascinan con su aspecto particular se armonizan idealmente con los laberintos introvertidos formador por las casitas antiguas de China Town. Y los recintos Hi-Tech avecinan con los elegantes locales de la época colonial.
Pero uno de los rasgos más impresionantes es que se puede pasar por el bosque tropical donde juegan los macacos, se oyen las voces de centenas de aves exóticas dentro del territorio de la ciudad. Las reservas y parques únicos donde habitan animales tropicales representan una de las riquezas más valiosas de Singapur que prefiere guardar como oro en paño.
Esa ciudad-estado es una casa para numerosos colores locales. Singapur es tan vibrante como los pueblos que viven aquí: las personas de distintas nacionalidades, con distintos códigos culturas y que profesan distintas religiones crean un entorno inconfundible de ese estado en miniatura. Sólo aquí se puede conocer las tradiciones de distintas culturas muy diferentes; se puede salir de mezquita, cruzar la calle y encontrarse a la entrada del templo hindú o pagoda.
Singapur es un punto en el itinerario de turista gastrónomo. La cantidad de los restaurantes, cafés y bares donde ofrecen una variada selección de distintos sabores y aromas sorprende e impresiona a la vez. La abundancia de la oferta gastronómica es fascinante: en Singapur se puede saborear los platos auténticos chinos, indios, tailandeses, malayos y japoneses.
Esa urbe asiática se destaca por ser una de las ciudades más cuidadas y apropiadas para la vida del mundo. Para los vecinos la limpieza de la calles es un moto de vida. Asimismo, ellos guardan confort tanto propio como de sus huéspedes. Casi todas las zonas turísticas y relevantes arterias urbanas se amparan por las paraguas gigantes; por mucho que se esfuerces no encontrarás los sitios sin aire acondicionado, ya que la temperatura promedia anual del país es +26-30 grados centígrados.
Singapur es una ciudad dinámica, vibrante que vive según el ritmo de una fiesta incesante. Cada noche sus calles convierten en las sedes de los espectáculos gratuitos: los shows de láser y fuentes, conciertos y actuaciones teatrales que pasman por sus tamaños y calidad de representación.
Es una ciudad que se desarrolla vertiginosamente, cada años creando los nuevos proyectos que no tienen los análogos en el mundo. Por eso cada uno que llega a Singapur tendrá mucho por descubrir y disfrutar del recreo lleno de impresiones inolvidables.