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Cómo llegar usando el metro de Singapur. Mapa interactivo del metro de Singapur.
Singapur es una urbe multinacional donde conviven representantes de distintos grupos étnicos. Es la historia que acondicionó la situación demográfica del país. Al convertirse en la colonia del Imperio británico y el puerto marítimo floreciente y próspero, atraía como un imán a miles de los expatriados de varias regiones de Asia y otras partes del mundo. Los flujos incesantes de China, la India, Pakistán, Oriente Cercano y hasta Europa invadieron la isla. Los descendientes de inmigrantes junto con malayos a cuales se los consideran la población autóctona de la isla, formaron una comunidad singapurense tan diversa.
El Singapur contemporáneo es el segundo país del mundo por la densidad de la población. A eso de cinco millones de habitantes viven en el territorio bastante diminuto especialmente en comparación con otros estados. La mayor parte de la población –el 77%– es chinos. Los representantes de esa nación son altos dignatarios de autoridad, política y negocios. Los malayos (el 14%) y los indios (el 8%) siguen numéricamente a ellos. Por lo general, ellos ocupan las posiciones menos prestigiosas. Entre otros grupos étnicos de Singapur cabe señalar árabes, armenios, tailandeses, japoneses, y así llamados eurasiáticos, descendientes de matrimonios entre los asiáticos y los europeos. En lo que se toca a los idiomas, Singapur los tiene cuatro oficiales: inglés, chino, malayo y tamil, pero la mayoría de la población del estado-ciudad prefieren hablar singlish, el variante nacional de inglés. Representa una mezcla del inglés clásico, malayo y distintos dialectos de chino mandarín.
Los representantes de distintos grupos étnicos confiesan varias religiones. La religión más practicada es el budismo seguido por 42% de la población, en su mayoría los de origen chino. Una parte de ellos profesan doctrinas tradicionales que combinan taoísmo, confucianismo, y budismo. La segunda religión más practicada en Singapur es el Islam (el 15%), practicado principalmente por la etnia malaya e india. Le sigue numéricamente el cristianismo con todas sus ramas, lo principalmente confiesan los descendentes de los matrimonios asiático-europeos. El 4% –la parte considerable de la población india de Singapur– profesan hinduismo. El 15% confiesan ateístas, y su número crece constantemente aquí.
Hace un siglo, la sociedad multinacional y multireligiosa fue estremecida por los conflictos que en un determinado período de tiempo se convirtieron en un alarmante problema para el estado. Sin embargo, merced a la política sabia de las autoridades singapurenses, el país casi ha eliminado oposiciones a base religiosa o intolerancia racial. Los representantes de distintos pueblos, idiomas y religiones conviven pacíficamente en esa comunidad vibrante y viva. La tolerancia, ausencia de conflictos y respeto acerca de otras culturas son los rasgos característicos de los habitantes de Singapur.
En general, la gente es la riqueza principal y el apoyo clave del Singapur próspero. Su laboriosidad, adaptabilidad y flexibilidad han cimentado la base para el desarrollo y suerte de esa ciudad diminuta. Singapurenses son las personas honestas, muy disciplinadas y reservadas. La familia es el valor principal para ellos.
Junto con ese, los singapurenses ocupan no sólo de su bienestar privado y prosperidad de su país, sino del confort de los huéspedes. Siempre respetan a los turistas y les tratan con estimación y intentan de dejar las impresiones más impecable de Singapur y sus habitantes. Y eso siempre fascina.